Contar hasta 10: nombrar lo que te duele
Habrás oído «Antes de responder cuenta hasta 10» ¿Crees que es para controlar las emociones y sentimientos?
Bueno, puede que sí, pero yo te voy a dar un enfoque que a mí me resulta muy potente y liberador. Vas a contar hasta 10 para saber que es lo que te duele y nombrarlo.
Yo no creo en el control, al menos no creo que sea útil y te sirva para ser mejor y más feliz, que es de lo que se trata. Sí creo en la observación de lo que está ocurriendo y en el análisis de lo observado para elegir las mejores estrategias para lograr lo que quieras.
Y las emociones y sentimientos son parte de lo que está pasando en la mente y en el cuerpo que, como ya hemos visto, forman un todo y ambos te dan información del exterior y de tu interior. Las emociones, que son un torrente de hormonas circulando por el cuerpo, estimulan unos neurotransmisores para reaccionar conforme a las circunstancias externas e internas. En casos en los que te sientes amenazada, te preparan para alguna de estas acciones: defensa-ataque, huida o parálisis.
También sabemos que estas respuestas se producen en la parte más antigua del cerebro, el que compartimos con los reptiles y los otros mamíferos. Por ello reaccionamos ante cualquier estímulo amenazante como si nos persiguiera un mamut y esto, hoy en día, no es equilibrado ni realista.
Estas respuestas emocionales, con sus cargas hormonales y físicas para activar al cuerpo, duran entre 10 y 60 segundos, que es lo que tarda un leopardo en cansarse de perseguir a su presa. Después ya no hacen falta y, si no las alimentáramos con los pensamientos, desparecerían.
Vemos que ese secuestro del cerebro (y del cuerpo) por el cerebro límbico y reptiliano tiene una duración limitada. Por eso vas a contar hasta 10 (20, 30…60).
Pero…¿se me pasa el disgusto, enfado, miedo, angustia…simplemente contando hasta 10?
📍Sí y no. Sí, cuando estes entrenada, y no, porque no estás entrenada.
Después de ese tiempo, continuar en ese estado emocionalmente alterado es algo voluntario. Es decir si el inicio de la actividad emocional es involuntario e inconsciente, permanecer ahí ya es algo producido por tu pensamiento ante ese estímulo.
Pero, y aquí está la dificultad, no es fácil cortar esa oleada emocional, estás cargada de hormonas que te reafirman que debes sentirte como te estás sintiendo. Es decir, el sistema busca coherencia, y la mente va a buscar aquellos pensamientos que validen ese estado físico que sientes tras el torrente hormonal.
📍Pero recuerda, no te está persiguiendo un leopardo, estás teniendo un reto o una dificultad en el desempeño de una tarea o un problema de relación con alguna persona de tu entorno cercano. Nada de vida o muerte.
¿Qué respuesta eficiente precisan estas dificultades o retos? ¿La propia de una cromagnon ante un mamut o la de una mujer del siglo XXI?
¿Como lo puedes hacer? La primera parte lo llevamos diciendo desde del principio de este artículo y, seguramente como yo, lo habrás oído a tus mayores: nenita cuenta hasta 10 (20, 30…60).
Pero te voy a confesar una cosa, a mí esta propuesta no enfadaba más, alimentaba esa sensación de rabia, impotencia e indefensión, quedarme de brazos cruzados cuando todo mi cuerpo me pedía acción era ¡dificilísimo! Y mis pensamientos seguían alimentando ese estado emocional.
Pero esto me ocurría porque me faltaba la segunda, y esencial, parte del proceso «el para que»:
- Observar. La situación, mis emociones, mis juicios, como si estuviera ante un escenario
- Identificar. Mira ahí hay un juicio, pues esto es un hecho, mira esa emoción o sentimiento, esto de aquí es un pensamiento, mejor llámalo creencia.
- Nombrar las emociones y sentimientos que estaba viviendo. Ponerle el nombre más preciso posible a cada emoción o sentimiento te separa de ellas, dejas de identificarte con lo que sientes y pasas a ser la que sientes. Es decir, pasas de estar controlada por las emociones a ser tú la que las controlas. Esto tan sencillo de ir del me siento «mal» a me siento «impotente» «frustrada» «inquieta» «sorprendida» «vulnerable» «incapaz» «enojada» «furiosa» «airada» «triste» «frágil»…
De esta manera das paso al cerebro más evolucionado, el de las palabras, el análisis, la imaginación. En definitiva, ladies and gentlemen ¡demos paso al NEOCORTEX! el cerebro que necesita la mujer del siglo XXI.
🔝No vas a juzgar ni a intentar controlar lo que sientes, sólo vas a identificar y nombrar emociones y sentimientos porque eso, en sí mismo, es un alivio:
Kobe Bryant «Es importante saber nombrar lo que te duele»
Conocer como te sientes, saber nombrarlo, es parte de la solución a cualquier situación que esté pasando.
Una vez que sabes decir lo que te duele estás preparada para saber como solucionarlo, bien en ese momento bien más adelante con los recursos que tengas o puedas conseguir.
No sé si tendrás ocasión de comprobarlo en el día de hoy pero ponte alerta y que el sistema límbico no te secuestre. Cuenta ¿Cuánto tiempo te tiene secuestrada la emoción? ¿Depende de la amenaza? ¿Depende de quien lo estimula?
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