
¿Cómo crees que debe ser una víctima?
Como «debe ser» una víctima, es algo que la actualidad ha puesto encima de la mesa el documental de Rocío Carrasco y, con menor repercusión, el de Nevenka Fernández en Netflix.
Podemos tomar distancia y pensar en que imagen tienen personas como Tina Turner, Cher, Rihanna, Angelina Jolie, Katie Holmes, Madonna, Kate Moss…
Creo que todas se nos representan como mujeres fuertes, llenas de vitalidad, seguridad y energía
A la pregunta de ¿cómo son las víctimas? Marie France Hirigoyen, una prestigiosa especialista en Acoso, responde:
El perverso vampiriza a personas inteligentes y con personalidad. Gente diferente, o bien más competente o muy atractiva físicamente. Suelen tener mucha lucidez a la hora de juzgar lo que pasa y lo dicen. En el fondo no son como corderos. El grupo quiere que todo el mundo funcione de la misma manera (…)
La mayoría de las personas somos como corderos que seguimos al que nos parece más fuerte, ya sea porque nos seduce el poder o porque tememos al poderoso.
Y si son inteligentes y con personalidad ¿cómo es terminan siendo «víctimas»? Porque no se defienden bien, no son ni cínicas ni perversas. Son personas con humanidad que no pueden concebir ni comprender la lógica del comportamiento perverso y que tienen una herida desde la infancia que el perverso detecta como el tiburón la sangre.
¿Cuál es mi objetivo al hablar de las víctimas, ahora supervivientes, de acoso?
Señalar que nadie está libre de ser víctima, menos aún si parece fuerte y segura, porque puedes serlo y terminar arrasada porque EL PERVERSO DESTRUYE CON SONRISAS. No solemos defendernos de la amabilidad, el halago, el amor… ¿qué finalidad puede tener el manifestarlo si no se siente? La de bajar tus defensas para que confíes y, a partir de ahí, destruirte.
No me importa que es lo que busca el perverso, su vacío y como lo llena, no hay solución para ello, al menos así lo creo. Pero sí me importas tú, en todo lo que puedes hacer para protegerte y en todo lo que puedes hacer para proteger a los demás.
Siempre hay un ritual de «enamoramiento» de su víctima.
Obviamente no te proteges de alguien que te «enamora» en el amplio sentido de la palabra. Los perversos (y perversas) bajan las defensas de sus víctimas con una fase de acercamiento muy potente. Nadie te ha comprendido como él/ella, nadie es tan dedicado/a, nadie es tan fascinante ni generoso/a…
Pero no lo son, es sólo una farsa con una finalidad: adquirir esa luz que desprende su víctima por proximidad, lo que, obviamente, no funciona.
¿Qué hacen entonces? Demostrar que la víctima no es tan buena, ni fuerte, ni luminosa, ni bella, ni inteligente, ni sensible, ni capaz y se encargan de terminar con ella. Efectivamente, el suicidio es la obra cumbre de estos «seres».
Y estos personajes perversos no actúan solos. Solos podrían hacer poco. Cuentan con toda una cohorte de «monos voladores», personajes simplones que bien por celos o envidia de la víctima, bien por obtener un beneficio directo o indirecto del perverso o, simplemente porque es lo que hace la mayoría validan las acciones de estos y critican cuanto haga la víctima (tremendas las imágenes del pueblo de Ponferrada apoyando enferverecidos al infame Ismael Álvarez contra Nevenka).
Del mecanismo del acoso moral, mi libro de cabecera es «Acoso Moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana» de Marie France Hirigoyen (puedes descargarlo aquí pero te animo a que te lo compres y subrayes.)
No pretendo hoy hablar del narcisismo y perversos, de todas las técnicas que utilizan para ir destruyendo, poco a poco al principio, más rápido después, a sus víctimas: las píldoras de amor, la luz de gas, la disonancia cognitiva, sus monos voladores… Si te interesa el tema puedes ver este VIDEO que grabe en vivo para Instagram.
Sólo te propongo dos cosas:
- la primera, cuídate y estate alerta, siempre hay indicios, alguien que te hace sentir muy bien no debería hacerte sentir muy mal. Nunca.
- la otra, es que nunca seas «mono volador». Denuncia al acosador siempre que puedas y apoya a la víctima, eso siempre se puede, hazle sentir que estás a su lado.
No hay medias tintas, no es cosa de dos, no es una guerra, es una destrucción con alevosía y premeditación, sin que la víctima pueda hacer nada por defenderse.
Estate alerta, no es fácil porque siempre va a haber algo que no es como te cuentan, tal y como escribió Juan José Millás en su libro sobre el caso Nevenka Fernández.
No te fíes de las apariencias, ¿cómo debe ser una víctima?
El 6 de mayo de 2021 participé en el programa Sálvame (aquí tienes el enlace al programa completo) tratando el tema del acoso perverso sufrido por Rocío Carrasco, te dejo parte de mi intervención.
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