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El asombroso propósito del conflicto

El asombroso propósito del conflicto

El Asombroso propósito del conflicto es ayudarte a conocerte mejor, crear relaciones más sólidas y hacerte más fácil la vida.

¿Increíble, sorprendente? La vida está llena de paradojas y ésta es una de ellas: el conflicto mejora las relaciones, si estás dispuesta a invertir paciencia, confianza y trabajo en tus relaciones importantes.

Porque el conflicto invita a la acción, la técnica de esconder la cabeza como un avestruz no es una opción en este blog porque  la acción es lo que consigue resultados.

En el conflicto encontramos dos claves para el crecimiento personal:

  • Aprendizaje emocional
  • Acción coherente

Realizar acciones coherentes con lo que se siente alineando el pensamiento es uno de las mayores manifestaciones de sabiduría  ¿Estás conmigo? Si es así sigue leyendo.

Lo mejor de la vida son las relaciones y también pueden ser lo peor…cuando nace el conflicto.

Pero tranquilízate, es normal, los conflictos son parte de la vida, son la manifestación de nuestras resistencias al cambio.

Cada día se suceden pequeñas modificaciones se suceden que nuestra mente consciente se resiste a apreciar, empeñándose en explicar todo como una perfecta e inmutable realidad.

Pero la realidad es cambiante y si no lo puedes aceptarlo o simplemente reconocer, la incomodidad irá creciendo en ti y/o en tu entorno.

Si ese cambio no se va acogiendo de manera fluida y natural,  la incomodidad se hará más intensa y  las emociones «chillarán» para que tengas que ocuparte para recuperar el equilibrio conforme a esa nueva realidad.

Por tanto, si la vida es cambio, si el ser humano sólo puede existir en relación de unos con otros y el conflicto es la manifestación de ese cambio, el asombroso propósito del conflicto es permitirnos aprender y adaptar nuestra conducta a la realidad.Proceso del conflicto

Porque el conflicto nos habla del cambio, de nuestras relaciones y de emociones. En definitiva, el conflicto nos habla del ser humano.

Este  nuevo paradigma sobre el conflicto elimina las resistencias al conflicto y lo presenta como una herramienta que facilita el equilibrio constante.

Tú eres la que sientes y no lo que sientes. Tú eres la que eliges lo que hacer ante el conflicto y no el conflicto el que decide como debes reaccionar.

Hoy voy a centrarme en un sencillo proceso que servirá para que te introduzcas en este apasionante propósito del conflicto.

Te propongo que hagas los siguiente:

1.Busca un momento de tranquilidad en el que no vayas a ser interrumpida, no vas a necesitar más de 30 minutos.

Recuerda un conflicto, pasado o presente, con alguien que te importa y revívelo, observándolo como si fueras una espectadora ante un escenario.

2. Anota los hechos, intenta ser los más textual y específica posible.

Importante no mezclar hechos con juicios: P.ej. Me llamó «idiota», es un hecho. Me «insultó», es un juicio.

3. Nombra los sentimientos que estuvieron presentes en el momento del conflicto y los que tienes en el momento actual.

Los sentimientos no son buenos o malos, simplemente son.

Son lo que te indica si estás en equilibrio porque tienes todas tus necesidades cubiertas (bienestar) o si necesitas algún tipo de cuidado porque tienes necesidades sin atender (malestar). 

Imagina que sientes hambre, necesitas alimento; sientes frío, necesitas abrigo; cansancio necesitas descanso… Y es fácil colegir que cualquier ser humano le sucede lo mismo.

Y lo mismo ocurre con los sentimientos que apuntan a otro tipo de necesidades, a las necesidades relacionales, espirituales o de sentido.

Porque este entrenamiento va a cambiar tu mirada sobre lo que SÍ es esencial para tu bienestar: la satisfacción de las necesidades esenciales, enseguida vas a ver cuales son.

Pero como no hemos sido educadas en conocerlas resulta difícil identificarlas, es como para un daltónico nombrar los colores.

Pero eso cambia ahora mismo con este entrenamiento que te va a guiar para identificar esas necesidades.

Necesidad descanso4. Identifica necesidades. En este entrenamiento hablo de necesidades universales, son aquellas que tenemos todos los seres humanos independientemente de nuestro sexo, edad, cultura, religión…

Son físicas, de reproducción, de relación, de espiritualidad, de sentido.

Para hacer bien este entrenamiento debes aprender a distinguir las necesidades de los deseos, las apetencias o las estrategias. El lenguaje puede confundirte y debes estar alerta.

Para ayudarte en esta tarea sigo con el ejemplo de las necesidades físicas: tengo hambre y necesito alimentarme. Tienes múltiples maneras de alimentarte, quizá no tengas la favorita a mano y te tienes que conformar con cualquier cosa o engañar al hambre bebiendo.

Si dices que necesitas un filete con patatas, o que yo te haga la comida, estas en el mundo de los deseos,  apetencias o estrategias:

  • Tu necesidad es alimentarte
  • Tu deseo o apetencia es un filete con patatas.
  • Tu estrategia es que yo te cocine.
Si no es algo que cualquier humano puede necesitar no es una necesidad

¿Por qué es importante averiguar cual es la necesidad que precisas satisfacer o cuidar?

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Porque tus sentimientos han tenido que escalar y hacerse más intensos y dolorosos para llamar tu atención sobre lo que REALMENTE necesitas. Si averiguas tu necesidad la intensidad y el dolor de tus La llave de las emocionesemociones bajarán.

Una vez que has averiguado lo qué necesitas toda tu atención se focalizará en satisfacer esas necesidades y encontrarás los recursos para ellas.

La atención es la capitana de la mente y a tu mente le guiará el objetivo de satisfacer a tus necesidades.

Vuelvo al ejemplo del hambre y la necesidad de alimento: has estado irritada, de mal humor, con ansiedad, tu trato con tus compañeros ha sido aspero, de repente te das cuenta que  tienes es hambre y una sonrisa aflora en tu cara. A mí me pasa.

Una vez que sé lo que me pasa, tengo hambre, aunque no coma recupero mi buen humor y serenidad. Gestiono de mejor manera lo que me queda hasta la hora de comer.

Pero imagina que no tienes comida a la vista, son las 11 de la noche de un domingo y no tienes «nada de comer» en casa ¿A que ese «nada» siempre se transforma en algo?

Pues eso ocurre con el resto de las necesidades: siempre hay más de una manera de satisfacerlas.

Si necesitas comprensión, intimidad, propósito, recreación, ligereza, libertad, autonomía… Puedes darte tú una primera dosis. Es más, es esencial que tú seas capaz de darte una primera dosis de cuidado de esa necesidad que está chillando por ser atendida, aunque sea pequeña. 

Por ejemplo:

Te has enfado con tu hija porque utiliza el móvil en la mesa para escribirse con sus amigos. La última semana le has pedido 3 veces que deje de hacerlo. Hoy te sientes enojada, frustrada, cansada, porque necesitas sentirte cerca de ella (pertenencia), conexión y respeto.

El primer paso, antes de volver a decir nada a tu hija, es que reconozcas tus sentimientos y tus necesidades, te aportes a ti misma una primera dosis de comunicación, de conexión y de respeto.

En el  próximo post te entrenaré para conseguir que la otra parte colabore contigo de buena gana.

Continuará

Conflicto, Gestion conflicto, Gestión emocional

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